miércoles, 27 de noviembre de 2013

CÓMO PERDIÓ SUS ALAS EL PÁJARO KIWI

Una vez, Tane Mahuta se paseaba por el bosque y observó que los árboles que protegía con tanto empeño parecían enfermos.Entonces se dio cuenta de que había demasiados insectos en el sotobosque, y muy voraces, y si no se ponía remedio, podían acabar con el bosque entero.
Después de mucho reflexionar sin dar con una solución, decidió ir a visitar a su hermano Tanehokahoka para pedirle consejo. Tanehokahoka era el protector de los pájaros y pensó en convocarlos a todos a una reunión para exponerles el problema.
-Los insectos se están comiendo los árboles- dijo Tane Mahuta-.
Alguno de vosotros debería bajar de las copas y vivir en el suelo. Así podríamos salvar el bosque y también vuestro hogar. ¿Quien se ofrece voluntario?
Se hizo el silencio. Nadie quería hablar.
Tanehokahoka se dirigió al pájaro tui.
-Tui, ¿ quieres bajar de la copa de los árboles y vivir en el suelo?
El pájaro tui dirigió la mirada hacia arriba y observó los rayos de sol que se filtraban entre las hojas.Después, desvió la mirada hacia el sotobosque, vio que era frío y oscuro y recordó su canto a la luna llena.
- No puedo - dijo -. Está muy oscuro y me da miedo la oscuridad.
Siguió un denso silencio.Nadie se atrevía a hablar.
- ¿ Y tú, pájaro pukeko? - preguntó Tanehokahoka -. ¿Aceptarías vivir en el suelo?
El pájaro pukeko miró las copas de los árboles y vio que el sol dibujaba encajes con las hojas. Después, observó el suelo y vio que era frío y húmedo, y sus plumas negras y azules se erizaron.
- No puedo - contestó -. Es frío y húmedo y la humedad mojaría mis patas naranjas.
Todos aguantaron la respiración.
- Cuco cantor - dijo entonces Tanehokahoka-, ¿dejarías las copas para vivir en el suelo?
El cuco cantor entrevió la luz del sol que brillaba más allá de las copas de los árboles, bajó la cabeza y vio a su familia que esperaba a su alrededor.
- No, no - dijo al fin -. ¡Imposible! Tengo que hacer un nido para mi familia.
Todo el mundo permaneció en silencio. Tane Mahuta y Tanehokahoka sentían una gran tristeza porque sabían que si ninguno de los pájaros aceptaba, el bosque desaparecería, y sin árboles en los que construir sus nidos y poner sus huevos, los pájaros dejarían de existir.
Tanehokahoka miró a su alrededor, vio al pájaro kiwi y repitió su pregunta:
- Pájaro kiwi, ¿dejarías las copas para vivir en el suelo?
El pájaro kiwi entornó los ojos para observar mejor el brillo de las hojas bañadas por el sol. Después,miró a su alrededor y vio a su familia.
Bajó la cabeza y miró la tierra fría y húmeda.Posó la mirada en todos los reunidos y, finalmente, dirigiéndose a su protector, dijo:
- De acuerdo. Lo haré.
Tane Mahuta y su hermano recibieron con gran alegría estas palabras que representaban la salvación de todos. Sin embargo, Tanehokahoka creyó que debía advertir al pájaro kiwi de lo que le iba a suceder a partir del momento en que aceptara el compromiso.
- ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? Tus patas se transformarán.
Tendrán que adaptarse al medio y ser grandes y fuertes para aplastar los troncos y perderás tus bonitas plumas de colores. Tus alas no servirán para volar y no podrás volver nunca más a las copas de los árboles para ver la luz del sol.
Un gran silencio inundó el bosque.
El pájaro kiwi elevó la vista hacia las copas de los árboles, el sol y el cielo azul por última vez y les dirigió una silenciosa despedida. Después recorrió con la mirada a todos y cada uno de los pájaros, admiró la belleza de sus plumas y la paleta de colores que ofrecían a la vista y les dirigió un silencioso adiós con los ojos. Finalmente, se dirigió a Tanehokahoka y musitó:- Estoy listo.
Entonces, Tanehokahoka se dirigió a los pájaros que habían rehusado vivir en la tierra y dijo:
- Tui, puesto que no has querido dejar la copa de los árboles, de ahora en adelante lucirás plumas blancas en tu cuello como señal de tu cobardía. Y tú, Pukeko, puesto que no querías que se mojaran tus bonitas patas naranjas, a partir de ahora vivirás en las ciénagas.Por lo que a ti respecta, cuco cantor, que no has querido aceptar por hacer un nido para tu familia,no volverás a construir ningún otro nido y tendrás que poner tus huevos en los que hagan otras aves. En cuanto a ti pájaro kiwi, gracias a tu enorme sacrificio, serás el más conocido y apreciado de todos los pájaros

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